Jamás permitas que otro apague tu Luz.... en este articulo vamos a hablar de los Vampiros.
No precisamente de Nosferatus o el conde Drácula, sino de la "Gente Tóxica" que sin darnos cuenta nos chupan la energía, nos agotan, nos deprimen y estresan. A estas personas las llamamos "Vampiros energéticos".
Los llamamos así porque tal como cuenta la leyenda sobre los seres que extraen la sangre de sus víctimas para seguir con vida, existen personas que absorben la energía de quienes se encuentran a su alrededor.
En Kabbalah, aprendemos que el entorno en el que vivimos es para que podamos desarrollar al máximo nuestro potencial. Y si nos vemos atrapados en situaciones como estas, es con el fin de que crezcamos.
Los vampiros energéticos, también son conocidos como vampiros psíquicos, son personas emocionalmente inmaduras que consumen el tiempo y la energía de quienes las rodean.
Con esto no nos referimos a personas que estén pasando por un momento de tensión y necesiten decir que están hartos, no, los verdaderos vampiros energéticos son los típicos seres que siempre ven el lado negativo de la vida... Y por lo general son personas sumamente egoístas, que carecen de empatía. Estableciendo las relaciones principalmente interesadas.
Todos alguna vez nos hayamos comportado así, pero estas personas tóxicas son las que diariamente te van gastando la energía vital, te chupan la sangre y te dejan hecho polvo.
- Destruirán tu día a día manifestando quejas de manera permanente, viendo solo lo que está mal.
- Diciéndote que podrás esto o aquello, que las cosas están mal y no tienen solución, que no lo intentes más, que ya no puedes por esto o lo otro;
- Siempre están enfocados en enfermedades, accidentes, en lo que esta mal con los otros;
- Se quejan permanentemente de falta de dinero, entre otras cosas.
Sus relaciones personales suelen ser muy inestables. Se caracterizan a menudo por quejarse de que el mundo es injusto con ellos. Y son personas que tienes que estar animando día a día y realmente supone un agotamiento para la persona que lo sufre.
En resumen, se trata de personas inseguras y manipuladoras, con trastornos de la personalidad, con dificultad para controlar la ira, baja autoestima, sentimientos de hostilidad reprimidos que estallan esporádicamente.
Ahora el vampirismo energético puede ser de dos maneras, consciente o inconsciente. El vampirismo energético consciente es cuando una persona deliberadamente se apodera de la energía de otra para provecho propio, y el inconsciente es cuando sin querer hacerlo también lo hace.
Se puede lidiar con los vampiros psíquicos que nos rodean si se les impones límites estrictos y se trabaja en la autoestima y valoración personal. A veces la mejor forma es simplemente disminuir el contacto, e incluso evitarlo.
Las víctimas del vampirismo casi siempre se recuperan a base de mucho descanso y de buena nutrición, y los efectos suelen ser de corta duración.
Sin embargo, una vez que una persona ha sido víctima, es posible que entre en un círculo vicioso con su atacante. La víctima queda debilitada por el ataque, lo que impide su capacidad de defenderse contra nuevos ataques psíquicos, convirtiéndose en un blanco más fácil y tentador para él mismo o demás vampiros psíquicos.
Tipos de vampiros energéticos:
Los vampiros víctimas tienden a ver el mundo a través de la lente de la autocompasión. Piensan que el mundo está inherentemente en su contra y que los demás son los culpables de su infelicidad. Tienden a agotar la energía ajena al quejarse constantemente de sus problemas y se niegan a probar cualquier solución potencial que les sugieras.
Los vampiros controladores tienen la necesidad de controlar y manipular tus acciones. A menudo invalidan tus emociones a fin de dominarte o de menospreciarte.
Los vampiros habladores se adueñan de las conversaciones al hablar constantemente de sus propios sentimientos y experiencias sin darte la oportunidad de participar. También podrían invadir las barreras físicas, acercándose tanto como para que puedas sentir su aliento sobre ti.
Los vampiros melodramáticos roban tu energía al exagerar situaciones intrascendentes. Llegar tarde a una junta es el fin del mundo y se refieren a asuntos insignificantes exagerando su propia importancia, para bien o para mal.
Hace años escribí sobre lo que una estudiante denominó "El Situacionado" ¿Te recuerdas? Este articulo, "El Vampiro" puede ser compañero de "El Situacionado".
Te lo dejo aquí: